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Fueron dedicados a José Ignacio Urenda en homenaje a uno de los fundadores del PSC, ex concejal y creador de
la comisión de derechos civiles del Ayuntamiento de Barcelona.
Forman un interior de manzana abierto a ambos lados, entre el paseo de Fabra i Puig y la calle del Peñalara. El espacio está delimitado en sentido longitudinal por dos grandes bloques lineales de viviendas en paralelo, de unos 140 metros de longitud. En sentido transversal, sus límites son el paseo de la Peira ponente y un balcón urbano levante, situado encima de las cocheras de Transportes Metropolitanos de Barcelona, ​​que se encuentran unos quince metros por debajo de la cota de los jardines.
En 2002 se desarrolló un proyecto de urbanización con la instalación de un ascensor para salvar el desnivel que hay desde los mismos jardines hasta la calle de Rosario Pi y la construcción de una pasarela que conecta el ascensor con los jardines.
Efectivamente, la particularidad de este espacio es su emplazamiento sobre la cubierta de las cocheras del metro, situación que dificulta la exuberancia vegetal y hace que el apelativo de jardines pueda sonar generoso a la vista de su estado actual, una poco baldío.
Unas jardineras de acero Corten de grandes dimensiones se disponen por la superficie de la cubierta, que también consta de unos espacios de paso en forma de zigzag donde hay situados varios bancos, así como de un área de juegos infantiles en uno de los extremos. El pavimento es de asfalto coloreado. Sus condiciones estructurales han condicionado la ausencia de grandes pérgolas o de un arbolado más grande: el espacio se caracteriza por una evidente falta de sombras.

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