
Se trata de una iniciativa que combina los elementos tradicionales de un jardín urbano con un espacio dedicado a la salud y medicina natural.
Los usuarios pueden caminar descalzos por un itinerario de alfombras con texturas diferentes, señalizado con planos explicativos sobre los beneficios de esta actividad.
A fin de garantizar la conservación de las instalaciones, está prohibida la entrada de perros en el recinto.