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El espacio sigue un eje longitudinal que, baja por la avenida de Juan XXIII y entra por la calle Doctor Salvador Cardenal, conecta la Diagonal con la travesía de las Cortes y, son muchos los vecinos y vecinas que utilizan los caminos del jardín.
Descansar, observar y jugar
Los jardines de la Maternidad son un espacio ideal para descansar en los banco que hay a ambos lados de los caminos.
La niña dispone de dos áreas de juegos infantiles. Una situada en una depresión que hay en medio de los jardines, rodeada de melias y una gran sófora en medio del césped, cerca de los juegos; y la otra es en la parte de arriba, resguardada por un murete.
vegetación
Debido a la gran variedad de especies vegetales, sobre todo de árboles, que hay en los jardines de la Maternidad, este es un buen lugar para los aficionados a la botánica, ya que podrán contemplar ejemplares de unas dimensiones y una calidad no muy habituales.
Muchos de los grandes árboles que hay plantados en los espaciosos parterres de césped son muy ornamentales, de floración espectacular, como los árboles del amor, con sus abundantes y pequeñas flores de un color rosado intenso que aparecen a principios de primavera, o los ciruelos rojos de hojas rojas púrpura.
En los jardines de la Maternidad también encontramos eucaliptos, moreras, olivos, falsos pimenteros, cipreses y enormes pinos de diferentes especies, acacias, tipuanas, sóforas, castaños bordes, desmayos, higueras, ombúes, chopos y muchos otros árboles, con una variedad de hasta 40 especies diferentes.
Hay dos elementos a destacar: las altísimas palmeras datileras y de Canarias, y tres magnolias de un tamaño más que excepcional, sobre todo una de ellas, gigantesca, probablemente la más grande de Barcelona, ​​con más de 12 m de altura y una anchura que supera largamente los 15 m. Cuando, a finales de primavera, se empiezan a abrir sus enormes flores blancas, es todo un espectáculo.
Arte y arquitectura
Los jardines de la Maternidad forman parte de un complejo que cuenta con edificios de gran valor. Construido en la finca de Can Caballero, el proyecto inicial de la estructura del recinto y de los pabellones -la mayoría modernistas- se encargó a Camil Oliveres y Cansaran, entonces arquitecto de la Diputación, que distribuyó los edificios de manera independiente por el recinto siguiendo los cánones sanitarios más avanzados de aquella época. Tras su muerte, el proyecto lo continuaron otros arquitectos.
Los pabellones de la lactancia y el Ave María, situados cerca de la entrada de la travesía de las Cortes, son obra de Olivos. José Abrió y Cansaran continuó los trabajos con la construcción del Pabellón Prat de la Riba. En 1924, Joan Rubió i Bellver y José Godall y Casals realizaron el Pabellón Rosa, y Godall el Pabellón Azul. A finales de los años 50, Manuel Baldrich y Tubau construyó el Pabellón Cambó, que da a la travesía.
Actualmente, los edificios acogen el IES Les Corts, la emisora ​​Radio y dependencias de la Diputación y de la Universidad de Barcelona.
historia
El valioso patrimonio arquitectónico que hay en el recinto de los jardines de la Maternidad está vinculado a las necesidades asistenciales y sanitarias de la población más desfavorecida: el cuidado de los niños abandonados, la maternidad secreta y la atención médica.
Este fue el motivo por el que, entre los años 1889 y 1898, la Diputación de Barcelona inició la creación de la Casa Provincial de Maternidad y Expósitos, de carácter benéfico.
Debido destino asistencial para la que se construyó el complejo y su amplitud, los jardines fueron diseñados para que pudieran tener entidad propia, aligerando el espacio que ocupan los pabellones y haciendo más agradable tanto el reposo de las personas usuarias como los desplazamientos dentro del recinto y entre los diferentes edificios.