Parc del Poblenou

Av Litoral, 59-71
Sant Martí
08005
Barcelona

http://www.barcelona.cat/ca/que-pots-fer-a-bcn/parcs-i-jardins/parc-del-poblenou_96113125023.html


Latitude: 2.2082242
Longitude: 41.3967201



  • Parque o jardín público


El Parque del Poblenou, situado al final de la Villa Olímpica, es un gran pinar, ya medida que nos acercamos al mar, un espacio lleno de dunas, que defienden el parque de los vientos de levante. El primer tramo, junto al acceso por la calle de Salvador Espriu, sigue brevemente las postrimerías del Parque de la Nova Icària, claramente identificable por uno de sus puentes de madera.
En esta zona destaca un lago y una gran explanada que permite hacer deporte. Todo ello se encuentra en el principio de una larga franja pavimentada que recorre el parque de punta a punta y que toca a un ancho calle con tres nombres, según donde nos encontremos, ya un tráfico de vehículos considerable.
historia
El Parque del Poblenou es, junto con el del Puerto Olímpico, el de la Nova Icària, el de las Cascadas y el de Carlos I, uno de los cinco grandes espacios verdes que se construyeron en los antiguos terrenos industriales de Poblenou a principios de la década de 1990. Barcelona recuperó estos terrenos y dedicó una parte a la creación de nuevos espacios verdes públicos. Esta actuación formó parte de la importante renovación urbanística que se realizó en la fachada litoral de la ciudad con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992
biodiversidad
En la zona del paseo exterior, los álamos (Populus alba) comparten espacio con las vallas vegetales hechas, muchas de ellas, con bambú (Phyllostachys sp). También son abundantes en todo el parque las vallas vegetales de ligustro (Ligustrum lucidum), laurel (Laurus nobilis) y lentisco (Pistacia lentiscus). En la zona cercana al lago, entre los pinos piñoneros, encontramos pinos carrascos (Pinus halepensis) y algún algarrobo (Ceratonia siliqua). A medida que nos acercamos a las dunas, a ras de playa, comienzan a ser frecuentes las palmeras datileras (Phoenix dactylifera) y las washingtonias (Washingtonia filifera). El parque también contiene varios eucaliptos (Eucalyptus globulus), y los caminos que hay al otro lado del parque, paralelos al paseo, son abundantes las especies aromáticas, como el tomillo (Thymus vulgaris), el romero (Rosmarinus officinalis) y grandes matas de espliego dentado (Lavandula dentata) y salvia microfil·la (salvia microphylla)
Paisajismo y diseño
El parque queda separado de los coches por un paseo de acceso con una larguísima hilera de álamos y numerosas vallas vegetales en forma de rectángulo, apretadas y cuidadosamente recortadas. Las vallas vegetales son esparcidas irregularmente y crean una progresión de espacios de alejamiento de la circulación rodada y de acercamiento al silencio del parque. Desde la explanada hacia el mar, a la altura del lago y de la explanada, el terreno se eleva ligeramente. Aquí hay grandes praderas y espacios de reposo separados por muretes bajo la copa protectora de los árboles, sobre todo de los pinos. Al final de este primer tramo del Parque comienza la parte más naturalizada del parque. Se trata de un gran pinar situada sobre una extensa pradera atravesada por pequeños caminos. Cuando llega el buen tiempo, muchos usuarios buscan un lugar en la sombra -o al sol, para broncearse se- para poder estirarse y disfrutar del olor de los pinos y del mar. Al final encontramos las dunas. Son en una parte algo separada del conjunto del parque por la avenida del Litoral. La más grande de todas termina en la playa, en el punto donde se funden el parque y la playa de la Mar Bella. Es un espacio muy soleado, cubierto con la escasa vegetación capaz de resistir la salinidad de un mar que tiene cerca. Es, de lejos, el lugar más natural y el más salvaje
Arte y arquitectura
Repartidos entre las dunas del parque están los restos de un barco de bandera libanesa, el Ashraf II. Se trata de la chimenea y dos trozos de la popa, uno con una parte de la cubierta del barco y el otro con la hélice de bronce y el timón. Estos restos quedaron bastante tiempo abandonadas en la playa, hasta que los arquitectos Manuel Ruisánchez y Xavier Vendrell, autores del proyecto del Parque del Poblenou, decidieron aprovecharlos como elementos destacados de este espacio verde
 

Parc del Poblenou

Av Litoral, 59-71
Sant Martí / El Poblenou
08005 - Barcelona
 http://www.barcelona.cat/ca/que-pots-fer-a-bcn/parcs-i-jardins/parc-del-poblenou_96113125023.html
El Parque del Poblenou, situado al final de la Villa Olímpica, es un gran pinar, ya medida que nos acercamos al mar, un espacio lleno de dunas, que defienden el parque de los vientos de levante. El primer tramo, junto al acceso por la calle de Salvador Espriu, sigue brevemente las postrimerías del Parque de la Nova Icària, claramente identificable por uno de sus puentes de madera.
En esta zona destaca un lago y una gran explanada que permite hacer deporte. Todo ello se encuentra en el principio de una larga franja pavimentada que recorre el parque de punta a punta y que toca a un ancho calle con tres nombres, según donde nos encontremos, ya un tráfico de vehículos considerable.
historia
El Parque del Poblenou es, junto con el del Puerto Olímpico, el de la Nova Icària, el de las Cascadas y el de Carlos I, uno de los cinco grandes espacios verdes que se construyeron en los antiguos terrenos industriales de Poblenou a principios de la década de 1990. Barcelona recuperó estos terrenos y dedicó una parte a la creación de nuevos espacios verdes públicos. Esta actuación formó parte de la importante renovación urbanística que se realizó en la fachada litoral de la ciudad con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992
biodiversidad
En la zona del paseo exterior, los álamos (Populus alba) comparten espacio con las vallas vegetales hechas, muchas de ellas, con bambú (Phyllostachys sp). También son abundantes en todo el parque las vallas vegetales de ligustro (Ligustrum lucidum), laurel (Laurus nobilis) y lentisco (Pistacia lentiscus). En la zona cercana al lago, entre los pinos piñoneros, encontramos pinos carrascos (Pinus halepensis) y algún algarrobo (Ceratonia siliqua). A medida que nos acercamos a las dunas, a ras de playa, comienzan a ser frecuentes las palmeras datileras (Phoenix dactylifera) y las washingtonias (Washingtonia filifera). El parque también contiene varios eucaliptos (Eucalyptus globulus), y los caminos que hay al otro lado del parque, paralelos al paseo, son abundantes las especies aromáticas, como el tomillo (Thymus vulgaris), el romero (Rosmarinus officinalis) y grandes matas de espliego dentado (Lavandula dentata) y salvia microfil·la (salvia microphylla)
Paisajismo y diseño
El parque queda separado de los coches por un paseo de acceso con una larguísima hilera de álamos y numerosas vallas vegetales en forma de rectángulo, apretadas y cuidadosamente recortadas. Las vallas vegetales son esparcidas irregularmente y crean una progresión de espacios de alejamiento de la circulación rodada y de acercamiento al silencio del parque. Desde la explanada hacia el mar, a la altura del lago y de la explanada, el terreno se eleva ligeramente. Aquí hay grandes praderas y espacios de reposo separados por muretes bajo la copa protectora de los árboles, sobre todo de los pinos. Al final de este primer tramo del Parque comienza la parte más naturalizada del parque. Se trata de un gran pinar situada sobre una extensa pradera atravesada por pequeños caminos. Cuando llega el buen tiempo, muchos usuarios buscan un lugar en la sombra -o al sol, para broncearse se- para poder estirarse y disfrutar del olor de los pinos y del mar. Al final encontramos las dunas. Son en una parte algo separada del conjunto del parque por la avenida del Litoral. La más grande de todas termina en la playa, en el punto donde se funden el parque y la playa de la Mar Bella. Es un espacio muy soleado, cubierto con la escasa vegetación capaz de resistir la salinidad de un mar que tiene cerca. Es, de lejos, el lugar más natural y el más salvaje
Arte y arquitectura
Repartidos entre las dunas del parque están los restos de un barco de bandera libanesa, el Ashraf II. Se trata de la chimenea y dos trozos de la popa, uno con una parte de la cubierta del barco y el otro con la hélice de bronce y el timón. Estos restos quedaron bastante tiempo abandonadas en la playa, hasta que los arquitectos Manuel Ruisánchez y Xavier Vendrell, autores del proyecto del Parque del Poblenou, decidieron aprovecharlos como elementos destacados de este espacio verde
 
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