El paisaje que tenemos a nuestro alrededor nos afecta de forma tanto física como psicológica. Por eso es tan importante que el espacio por el que paseamos, vivimos o trabajemos, sea un espacio sano y agradable. Las personas nos sentimos mejor cuando estamos rodeadas de naturaleza y en algunas zonas de Barcelona esta necesidad es más imperiosa que nunca.
Hace poco tiempo que la calle Lanzarote de Sant Andreu se ha convertido en un ejemplo de cómo llenar las calles de naturaleza. Ha pasado de ser un espacio lleno de coches, ruido, muros y asfalto, en una zona tranquila llena de árboles y vegetación donde disfrutar de un paseo.
Todo el pavimento de la acera se ha sustituido por una gran franja verde con plantas poco usuales como vegetación vial en la ciudad: helechos, colas de caballo...una vegetación densa y abundante que nos transporta a la frondosidad de una zona húmeda junto a un arroyo.