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La plaza es obra de Nicolau Maria Rubió i Tudurí. Una valla reduce la presión que hacían los visitantes sobre los parterres y la rocalla del salto de agua y los reconduce hacia el mirador previsto en el extremo opuesto del templo. El recorrido propuesto comienza por los accesos a la calle Provença y Mallorca. Desde la calle Mallorca se observan grandes ejemplares de Yuca (Yucca elephantipes), encinas (Quercus ilex), falsos pimenteros (Schinus molle), pinos (Pinus halepensis), palmeras (Phoenix dactylifera) y algún olivo (Olea europaea).

La plaza no ocupa toda la Isla sino que tiene una hilera de casas por incertidumbres sobre su urbanización hasta que el alcalde Josep Maria Socias Humbert encargó el proyecto a Rubió i Tudurí (de 87 años entonces). Hacen de pantalla entre los edificios y el parque un conjunto de pinos (Pinus halepensis), algunas melias (Melia azedarach), aligustres (Ligustrum japonicum) y cipreses de Monterrey (Cupressus macrocarpa).

Unas escaleras permiten acceder al mirador para tomar fotografías de La Sagrada Familia enmarcada por el verde de la vegetación y el azul del cielo. Además, se tiene el reflejo del templo en el lago con unas perspectivas de postal.

la disposición arbórea desde el puente mirador se hizo para no ocultar detalles de la fachada. En primer término borde del mirador encontramos encinas (Quercus ilex) y ciruelos de hoja roja (Prunus cerasifera var. Atropurpurea) que nos dan colores rojizo y oxidados y en contraste a la acera opuesta del lago con el verde de los Pinos (Pinus halepensis), palmitos (Chamaerops humilis) y Juniperus (Juniperus) muy grandes. Se trata de arbolado y arbustos adultos y en algunos casos bastante grandes pero no lo suficiente para ocultar la fachada de la iglesia. La resultante es una imagen de la Sagrada Familia rodeada de naturaleza. Si el salto de agua del lago funciona la imagen reflejada aparece dotada del fluctuante movimiento de las olas, si la cascada está parada la imagen es la de un espejo que ofrece el templo invertido en una simetría perfecta.

Desde el pequeño mirador se puede ver a mano izquierda la escultura de mármol blanco, un monolito dedicado a Nicolau Maria Rubió i Tudurí obra de Xavier Corberó.

Detrás del mirador hay una pista de petanca, un área de juegos infantil y el punto verde del barrio de la Sagrada Familia que cuenta con una zona de compostaje y un hotel de insectos.

De camino hacia la fachada de la Sagrada Familia se pasa al lado de la rocalla que enmarca el lago con especies arbóreas y arbustivas que complementan el conjunto, como adelfas (Nerium oleander), viburnum de olor (Viburnum odoratissimum), piracanta (Pyracantha angustifolia), pitósporos (Pittosporum tobira), plumbago auriculata o jazmín azul (Plumbago auriculata capensis) y Elaeagnus (Elaeagnus angustifolia).

La vegetación del espacio se completa con falsos pimenteros (Schinus molle), olivos (Olea europaea), ficus (Ficus elastica), rafiolepis (rhaphiolepis umbellata) evònims de japón (Evonymus japonicus variegata), pitas (Agave americana var. Americana) y hortensias de invierno (Bergenia crassifolia). Entre las plantas y la rocalla circula un salto de agua que recorre uno de los laterales de la plaza y que genera una pequeña cascada que da al lago.