25-08-2015
Las ciudades menos contaminadas del planeta destacan por una movilidad sostenible, el uso de las energías renovables y un verde urbano extenso y distribuido.
Las ciudades menos contaminadas del planeta Entre las ciudades menos contaminadas del mundo destacan algunas como Auckland, en Nueva Zelanda; las canadienses Calgary, Vancouver, Ottawa, Toronto y Montreal; Copenhague, en Dinamarca; Katsuyama y Kobe, de Japón; Helsinki, en Finlandia, Honolulu, los EEUU; Las Palmas de Gran Canaria y Vitoria-Gasteiz, en España; Oslo, Noruega; Salvador de Bahía, en Brasil; o Zurich, en Suiza.
Las recetas
para conseguir estos objetivos son diversas y marcan la línea a seguir. En algunas
el transporte urbano se hace básicamente
por medios sostenibles, como Copenhague, con 400 km de carril bici.
Las energías renovables se utilizan de forma importante y con éxito en muchas de ellas en fríos países del norte, pese a que las bajas temperaturas induzcan un gran consumo en calefacción como en Noruega (Oslo) o Dinamarca (Copenhague), o de América del Norte, como Canadá.
Grandes extensiones de zonas verdes disminuyen la contaminación atmosférica en otros, como Helsinki o Vitoria-Gasteiz (ciudad veda europea, de 2012)
También la situación geográfica puede ayudar, con climas benévolos como en Las Palmas de Gran Canaria o Salvador de Bahía, o vientos favorables que barren la contaminación de los núcleos urbanos, como Honolulu. De todos modos, si no hay
una actitud de respeto por el medio ambiente asumida por una buena parte
de la población no es posible
alcanzar estos niveles
de bienestar
con el entorno. En Barcelona la red de carriles bici es de 180 km. El hecho de que el 80% del municipio tenga un 2% o menos de desnivel favorece el uso de este medio de transporte, con unos 100.000 desplazamientos diarios.
El bicing y el bicing eléctrico como complemento para salvar la orografía o las distancias más largas,
son una buena alternativa
al transporte motorizado. Las energías renovables están representadas por la
biomasa de la central de la zona Franca conectada a las redes de calor y frío de la ciudad,
la solar
térmico, para calentar agua sanitaria, de la que son ejemplos el aparcamiento de las piscinas
Picornell o el
cementerio de las Cortes; la solar fotovoltaica
y la minieólica, para producir electricidad, de la que es el exponente máximo la
pérgola fotovoltaica del Fórum, pero también hay que destacar
el Camino de Finestrelles o
los alrededores del Parque del Guinardó. Respecto al las zonas verdes,
la ciudad de Barcelona tiene el inconveniente de una alta densidad de población y un espacio físico muy reducido y urbanizado, entre la sierra de Collserola, los ríos Besós y Llobregat, y el mar. Es lo que se llama
una ciudad
compacta. Sin embargo,
destacan la red de parques urbanos (967 Ha) y la parte que se encuentra dentro del municipio de Barcelona
del Parque Natural
de Collserola (1795 Ha). Otro hecho digno de mención es la proliferación
de jardines
verticales que se produce desde hace un tiempo y que acerca el verde a zonas que no disponen de espacio horizontal.
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